En epidemiología, se conoce a la prevalencia como la cantidad de individuos que muestran una condición o patología en un lugar y en un momento en particular.
Esta cantidad, suministra una valoración de la proporción de individuos que padecen la enfermedad en ese momento y en ese lugar.
A continuación hablamos sobre la prevalencia de sobrepeso y obesidad: algunas cifras en latino américa y qué rol tiene la genética en todo esto.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad
Pandemia de sobrepeso en Latinoamerica
En gran parte de la población de América Latina se ha dejado sentir un aumento constante en la prevalencia de sobrepeso y obesidad.
En Cuba, los adultos han mostrado tasas altas en las décadas anteriores. Los datos de la II Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas y Factores de Riesgo han mostrado 42,5 % de sobrepeso corporal y 11,8 % de obesidad en habitantes de más de 15 años de edad.
Se encontró que el sobrepeso en mujeres fue mayor que el de los hombres (47 vs. 38 %). Junto a estos datos se encontraron valores elevados de sedentarismo (43,5 %) e hipertensión arterial (33 %).
La obesidad como enfermedad genética
Las variaciones del gen de la Metilenhidrofolato reductasa (MTHFR), las cuales son diferentes en la poblaciones humanas (2 % en judíos o 27 a 35 % en mejicanos) y moduladas por la ingestión de folato, generan en los portadores una permanente tendencia a padecer enfermedades metabólicas poco frecuentes que se caracterizan por presentar un nivel elevado del aminoácido homocisteína en el plasma sanguíneo, daño vascular y aterosclerosis.
El suministro de ácido fólico no es entonces igualmente efectivo para los portadores de esa mutación.
El potencial de estudios para detectar la prevalencia de sobrepeso y obesidad es enorme para ayudar a la caracterización de genes y sus relaciones, así como otros hechos que son esenciales en el proceso del desarrollo de la obesidad o sus trastornos relacionados.
La utilización de las diversas aproximaciones y la combinación de los resultados obtenidos a través de distintos modelos permitirán reconocer a los genes con mayor participación a la obesidad común.
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